Cuando Celtian irrumpió en la escena del folk metal español allá por 2018, muchos los vieron como una propuesta heredera del legado de Mägo de Oz, pero con un enfoque más etéreo, elegante y poético. A día de hoy, tras varios discos y una evolución notable, la banda liderada por la carismática Xana Lavey vuelve a golpear fuerte con su trabajo más ambicioso hasta la fecha: Secretos de amor y muerte (Maldito Records, 2024), una obra conceptual donde la magia, el dolor y la redención se entrelazan en una narración sonora y emocional de gran calibre.
Este cuarto álbum gira en torno a una historia escrita por la propia Xana, en la que una meiga (bruja gallega) lanza un maleficio sobre un pueblo tras sufrir una traición amorosa. Su ira solo puede ser apaciguada por un trovador que, armado con su lira, busca sanar con la música un mundo fragmentado por el dolor. No estamos ante una simple colección de canciones, sino ante una historia cantada que transita por la oscuridad emocional, la lucha interna y la posibilidad de renacer a través del arte.
Esta narrativa, tan cinematográfica como introspectiva, se traduce en 13 canciones que fluyen como capítulos, y donde cada una aporta su propio tono, energía y dimensión lírica.
Si algo destaca desde el primer minuto del álbum es la evolución sonora del grupo. Celtian no ha perdido su identidad folk, pero ha apostado esta vez por un sonido mucho más contundente y maduro. La producción, a cargo de Txus di Fellatio y Alberto Seara, ha aportado un nuevo músculo a su propuesta: guitarras más afiladas, bases rítmicas más marcadas, y orquestaciones épicas que rozan lo cinematográfico.
La gaita irlandesa y los arreglos sinfónicos conviven ahora con riffs más potentes y solos de guitarra intensos, una fusión que coloca a Celtian en una zona intermedia entre el folk metal clásico y el metal sinfónico de corte europeo (Nightwish, Epica, Eluveitie…).
La voz de Xana Lavey, siempre delicada y luminosa, adquiere nuevos matices en este disco. Más allá de su impecable técnica, sorprende la expresión emocional que transmite en cada tema. La vemos enfurecida, dolida, esperanzada o serena, siempre con esa mezcla de dulzura y poder que se ha convertido en su sello personal.
Su trabajo compositivo también se ha elevado: no solo firma gran parte de las letras, sino que ha creado una historia coherente y con giros emocionales que enriquecen la escucha.
Cada canción es una pieza esencial del puzzle, pero algunos temas sobresalen:
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“Maleficio de sangre”, el primer single, con un estribillo demoledor y un videoclip espectacular.
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“Camino en la tempestad”, una explosión instrumental que mezcla épica y oscuridad.
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“Sueños de cristal”, la balada más intimista del disco, puro sentimiento hecho canción.
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“Caricia mordaz”, una canción visceral, con riffs punzantes y atmósfera dramática.
Todo el disco tiene una gran coherencia, y se nota el mimo con el que ha sido concebido como obra total: desde el arte visual hasta la producción y la interpretación, todo suma.
Más allá de lo musical, Secretos de amor y muerte se erige como una fábula contemporánea, una alegoría que habla del poder destructivo de las emociones no gestionadas, pero también del arte como salvación. La mezcla de misticismo celta, fantasía medieval y emociones humanas convierte el disco en una obra relevante en estos tiempos convulsos.
Celtian no solo ofrece buena música, sino una experiencia emocional y artística completa. Y eso, en tiempos de inmediatez y listas de reproducción sin alma, es algo que merece celebrarse.
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