La portada del álbum Cuentas pendientes resalta el tono íntimo y tradicional del disco. Este decimotercer álbum de estudio de Bunbury fue lanzado el 25 de abril de 2025 y, según su sello, propone “una mirada atrás, al folclore y a los ritmos tradicionales en nuestra lengua común. Con la guitarra española, el piano, el contrabajo y la percusión como protagonistas del sonido”. Desde el primer adelanto –el sencillo “Para llegar hasta aquí” (publicado en febrero)– se aprecia un cambio de rumbo: el cantante zaragozano se sumerge en géneros latinoamericanos de raíz. El propio Bunbury indica que quería un álbum “más ortodoxo” enfocado en lo latino, abandonando la electrónica de discos anteriores. De hecho, él mismo señala: “Cuentas pendientes… la mirada se vuelca hacia la música hispana y latinoamericana, eligiendo como instrumentación básica el piano, la guitarra española, el contrabajo y la percusión. No es un disco de rock, no hay electrónica”.
Cuentas pendientes incluye diez canciones que combinan la lírica introspectiva de Bunbury con ritmos de bolero, cumbia, tango, guapacha o ranchera. Los temas están cargados de referencias personales y poéticas, manteniendo el sello característico de Bunbury (rimas ingeniosas y evocaciones literarias). La producción apuesta por una instrumentación clásica: guitarras acústicas, piano y contrabajo se mezclan con percusión latina, acordeón y teclados con “matices insospechados”. Entre las canciones, el primer sencillo “Para llegar hasta aquí” fue elegido por representar bien el espíritu del álbum.
El lanzamiento de Cuentas pendientes coincide con el regreso de Bunbury a los escenarios tras su pausa por motivos de salud. El artista había residido varios años en California (Estados Unidos) y se alejó temporalmente de los directos al enfrentar un severo problema respiratorio en 2022, que calificó de “traumático”. Tras superar esa crisis de salud, Bunbury volvió con fuerza en 2025: además del álbum, anunció el Huracán Ambulante Tour 2025, reuniendo a la banda que lo acompañó en sus inicios como solista. Esta gira de 14 conciertos recorrerá nueve países (México, Colombia, Estados Unidos, España, etc.) y cerrará simbólicamente en su Zaragoza natal el 20 de septiembre.
La producción de Cuentas pendientes corrió a cargo de Ramón Gacías (batería y miembro del antiguo Huracán Ambulante) junto al propio Bunbury. El disco se grabó en Casa/Estudio El Desierto de los Leones (en las afueras de Ciudad de México), con músicos especializados en ritmos latinos. Bunbury destaca la contribución de estos colaboradores: el guitarrista chileno Sebastián Aracena (colaborador de Mon Laferte), el contrabajista Luri Molina (ligado al latin jazz de Ciudad de México) y el percusionista cubano Johnny “Pachy” Medina Molina . También aparecen Jorge Rebenaque (teclados y acordeón) , y el propio Ramón Gacías en la batería.
Cuentas pendientes puede verse como un nuevo paso en la evolución de Bunbury. El cantante sitúa este álbum tras un quinquenio (2013–2020) de discos orientados a la música contemporánea y electrónica –como Palosanto, Expectativas, Posible o Curso de levitación intensivo– en los que experimentó con sintetizadores y arreglos digitales. Sin embargo, con Greta Garbo (2023) y sobre todo con Cuentas pendientes se “esforzó por revisitar las técnicas de grabación más austeras y aprovechar el valor del instrumento y el intérprete”.
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