El cantautor tarraconense Joel Reyes vuelve a escena y lo hace más eléctrico, visceral y auténtico que nunca. Su nuevo álbum, Ángeles y demonios, está marcando un antes y un después en su carrera. Este trabajo supone un salto sonoro importante: deja atrás su faceta más intimista para sumergirse de lleno en un rock directo, crudo y sin filtros, acompañado por su banda de siempre, Los Desperfectos.
Con más de 30 años de trayectoria a sus espaldas, Joel demuestra que está en uno de sus mejores momentos creativos. Este nuevo disco, financiado con éxito gracias a una campaña de crowdfunding que superó todas las expectativas, representa una apuesta decidida por la independencia artística y la conexión directa con su público. El apoyo de los fans ha sido clave para dar vida a este proyecto, que ahora puede disfrutarse tanto en formato digital como en CD y vinilo.
A nivel personal, tengo que decirlo: Joel no es solo un artista enorme, es un gran amigo. Hemos compartido muchas noches, escenarios y charlas infinitas sobre música y vida. Si algo define a Joel es que es un luchador incansable, alguien que jamás ha dejado de pelear por sus canciones, por su identidad y por la verdad que hay en cada letra. Y en Ángeles y demonios se nota más que nunca.
El álbum arranca con fuerza desde el primer tema y nos sumerge en un viaje musical donde conviven la energía, la introspección y la honestidad más brutal. El primer adelanto, “Mío”, ya dejó claro que Reyes no tiene miedo a experimentar: un tema con tintes de neo soul y un ritmo envolvente que funciona como un mantra, donde reflexiona sobre la identidad y la necesidad de ser dueño de uno mismo.
Tras el recopilatorio El blues del perdedor, con el que repasó tres décadas de canciones, Ángeles y demonios es una declaración de intenciones. Aquí encontramos a un Joel Reyes más eléctrico y combativo, con guitarras afiladas, letras directas y una producción que suena a escenario. Un disco pensado para ser vivido, no solo escuchado.
La presentación oficial del álbum tuvo lugar en una gira que ya ha pasado por escenarios icónicos como Café La Palma en Madrid, donde Joel desplegó todo el músculo de su nueva propuesta sonora junto a Los Desperfectos. Además, el cantautor demuestra su versatilidad llevando estas canciones también a formatos acústicos íntimos.
“Ángeles y demonios” es, sobre todo, un disco de contrastes. Joel juega con los extremos, desde los susurros hasta los rugidos, desde la calma hasta la tormenta. Sus letras hablan de miedos, anhelos, pérdidas y redención, construyendo un universo emocional donde todos podemos reconocernos. Es el Joel más sincero y más salvaje, el que no teme exponerse ni mostrar sus cicatrices.
Con Ángeles y demonios, Joel Reyes reafirma su lugar como uno de los cantautores más auténticos y arriesgados de la escena española, combinando rock, actitud y alma en un trabajo que promete dejar huella.
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