El 14 de diciembre Madrid se convirtió en el escenario perfecto para que StarAce pusieran punto final a su gira por España y Portugal. La Sala Barracudas acogió a la banda brasileña para presentar su primer disco, Real, y demostrar que su propuesta musical va mucho más allá de un debut prometedor.
La noche arrancó con Die Away, los alcalaínos que calentaron el ambiente y prepararon al público para lo que estaba por venir. Pero fue cuando StarAce subió al escenario cuando la sala realmente vibró. Desde el primer acorde quedó patente que la banda sabe lo que hace y se mueve con confianza y solvencia sobre las tablas.
El inicio con “Mystical Cat” marcó el tono de la noche: una banda segura, con buen sonido y presencia escénica. A medida que sonaron “When The Light Has Gone” o “One More Night In Nashville”, el concierto fue ganando intensidad sin prisas, con un setlist sólido y coherente que permitió que cada tema brillara por sí mismo. En directo, Real se siente más potente y lleno de matices que en estudio, y la química entre los músicos hace que cada canción fluya de manera natural.
Julio Starace lideró el concierto con autoridad, mostrando una voz potente y expresiva que se complementa a la perfección con la sección rítmica de Luiz Starace al bajo y Thomas Starace a la batería. Chris Diaz añadió carácter con su guitarra, mientras que Bia Tucci alternó teclados, guitarra acústica y coros, aportando textura y profundidad a cada tema.
Uno de los momentos más recordados de la noche fue la interpretación de “Somebody to Love” de Jefferson Airplane, con Bia Tucci al frente. Un guiño que conectó con el público y mostró la diversidad de influencias que maneja StarAce. Con “My America”, la banda dejó ver su vínculo con Sudamérica y una faceta más emotiva y reivindicativa, mientras que Real, el tema que da nombre al disco, se convirtió en uno de los puntos álgidos de la velada, con público y banda entregados por completo.
El cierre con “Right In The Middle” fue la guinda perfecta: energía a raudales, entrega total y una sensación de haber presenciado algo genuino y trabajado. StarAce demostraron que, aunque jóvenes y con un solo disco publicado, son capaces de sonar grandes, convincentes y llenos de alma.
Madrid pudo comprobar que StarAce no vienen de paso. Su mezcla de rock clásico, blues, country y folk se percibe honesta, directa y potente. Y para los que estuvimos allí, será imposible olvidar cómo la banda se dejó todo sobre el escenario. Según adelantaron, volverán a España en mayo de 2026, y después de lo visto, su regreso promete ser aún más grande.
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